
Si no se está dispuesto a esperar por horas para montarse en un camión que puede oler a toda la naturaleza humana y bestial, o en una moto con un careloco o en una volqueta, o un transporte público atestado y pidiendo rebaja, es mejor no tener un espíritu nómada, pues es sólo las ganas de viajar, las que te impulsan a conocer otros parajes, otros humanos igual que vos, con sueños y dolores, con impotencias que se desvanecen con un cigarrillo o una cerveza, otros hermanos de este país, tan poderosamente rico en matices, comer otras gastronomías, escuchar otros ritmos, ver otros colores, otros acentos, pero todo iguales de represetativos, son nuestras conexiones, somos los mismos alejados un poco; iguales necesidades, direrentes perspectivas, que el otro le hable a mi interior y devele nuestra misma realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario